Es un hecho el que estemos compuestos de amor en el núcleo de nuestra estructura, y es esta frecuencia de amor la base de nuestra consciencia inmortal o alma. Todas las densidades más bajas son sombras de esta luz y operan en el tiempo y el espacio, el que provee una funda de densidad y separación de este núcleo de frecuencia de amor. Los mundos de tiempo y espacio alteran o diluyen esta conexión que sentimos con el núcleo de la estructura energética del cual estamos todos compuestos.
Aquí yace la paradoja de ser humano: nuestra estructura más profunda es amor divino y nuestra estructura más externa es un medio para la experiencia de la estructura más interna, pero nos hemos insuflado por el vehículo exterior al grado de identificarnos con él más que con su ocupante, nuestro verdadero ser interior.
Todos sentimos esta disociación con nuestro verdadero ser y una sobre identificación con nuestro vehículo (instrumento humano); quizás hay una pequeña diferencia en grados entre nosotros. El entendimiento es el aspecto de la inteligencia del corazón que reconoce que esta disociación de la frecuencia de amor es un componente de diseño necesario del diseño mayor que está sucediendo sobre el planeta. En otras palabras, no es que la humanidad haya caído de la gracia o que esté inclinada hacia el pecado en forma irrevocable. Más bien, simplemente hemos aceptado la imagen de la realidad dominante y su dominancia no es por accidente sino por diseño de la Primera Fuente.
Hay una frase bien conocida dentro de Lyricus que bruscamente traducida dice:
“la elegancia del tiempo es que revela las estructuras de espacio que han sellado el amor de sí mismo”. Las estructuras del espacio, en este caso, se refiere al instrumento humano. Sólo el tiempo puede romper las rígidas barreras o membranas sutiles que impiden o disminuyen a las frecuencias de amor de ejercer su sabiduría en las conductas del individuo.
Si el tiempo es la variable de importancia, es dable razonar que cada uno está en su camino a esta realización, es simplemente una cuestión de tiempo antes de que pueda ser alcanzado. Así, el tiempo es el diferencial que nos separa. En un sentido, estamos todos cambiados en el tiempo el uno del otro. Nadie opera en exactamente el mismo tiempo relativo a abrir su frecuencia de amor del mundo de la forma.
Darse cuenta de esto te ayuda a entender la relación de unidad con realidad, y en este darse cuenta eres capaz de acelerar el tiempo para ti mismo y para aquellos a quienes toca tu vida. Es el verdadero propósito y noble definición del viaje por el tiempo.
Darse cuenta de esto te ayuda a entender la relación de unidad con realidad, y en este darse cuenta eres capaz de acelerar el tiempo para ti mismo y para aquellos a quienes toca tu vida. Es el verdadero propósito y noble definición del viaje por el tiempo.